top of page

Bienvenidos a Villa Pueyrredón

  • Instagram
  • RSS

En este enclave de Buenos Aires, la vibrante vida de la ciudad se fusiona armoniosamente con la calidez y cercanía propias de un pueblo. Sus calles arboladas, casas bajas y antiguas y plazas acogedoras te invitan a disfrutar de un ritmo más pausado sin renunciar a la rutina urbana. Acá cada esquina cuenta una historia y cada vecino es parte de una comunidad que se siente como un hogar.

 

No cabe duda de que la comunidad de Villa Pueyrredón es un ejemplo de cómo la vida urbana puede combinarse con los valores y costumbres de un pueblo. Acá, todos se conocen, todos se saludan y crean un entorno donde la calidad de vida no solo se mide en términos materiales, sino también en la riqueza de las relaciones humanas y el sentido de comunidad. Villa Pueyrredón: un barrio que late con fuerza y calidez, mostrando que en la gran ciudad, aún es posible encontrar un refugio de humanidad y cercanía.

Resistencia al cambio: la realidad de Villa Pueyrredón

El barrio porteño cuenta con características propias de un pueblo, donde sus vecinos se niegan a dejar que los aires cambiantes de la modernidad, como el del negocio inmobiliario y las nuevas modas comerciales, se instalen en sus calles y esquinas. 

 

Por Francisca González Llamazares.

Villa Pueyrredón es un barrio que se destaca por su tranquilidad y baja sonoridad, alejado del bullicio característico de otros rincones porteños. Las casas bajas dominan el paisaje urbano, creando un entorno residencial soleado y libre de altos edificios. Ignacio Di Tomas, viejo vecino y fundador del periódico Barrio Villa Pueyrredón, menciona que desde su infancia el barrio siempre tuvo un aire de pueblo del interior del país y que hoy en día está característica sigue vigente. Sin embargo, el barrio se ve constantemente amenazado por las novedades comerciales y la presión de las inmobiliarias, que buscan transformar su fisonomía en favor de intereses económicos. Ante esto, los vecinos de la comuna 12 se unieron para luchar contra estas entidades del mercado y preservar la esencia del barrio. 

Al recorrer las calles, esquinas y plazas del barrio, es imposible no sentirse en un lugar aislado y tranquilo. El silencio que caracteriza a Villa Pueyrredón se debe a diferentes factores que determinan esta baja contaminación sonora, como el hecho de que la mayor parte del barrio está compuesto por zonas residenciales de casas bajas, lo que evita la construcción de edificios y reduce la densidad de población. A diferencia de los barrios más céntricos y comerciales, Villa Pueyrredón no es un punto de tránsito denso y, por ende, no hay mucho ruido vehicular. Además, el barrio cuenta con varios espacios verdes, como plazas y parques, que actúan como barreras naturales contra el ruido. Por último, hay una comunidad establecida en gran medida por familias, lo que contribuye a un estilo de vida más tranquilo y menos ruidoso.  Esta comunidad de vecinos se caracteriza por el respeto y la unión, celebran todos los años el aniversario del barrio y llevan a cabo diferentes eventos como la feria barrial del tercer domingo de todos los meses en el Paseo Centenario. 

Además de parecer un lugar aislado, Villa Pueyrredón presenta rasgos arquitectónicos de otra época que te hacen viajar en el tiempo. Cada esquina está compuesta por casas bajas, muchas de las cuales son muy antiguas y han sido mantenidas a lo largo de las generaciones. El barrio comenzó a desarrollarse a principios del siglo XX, cuando predominaban las construcciones bajas, que han perdurado. Históricamente, este distrito ha sido una zona residencial con regulaciones urbanísticas que limitan la altura de las construcciones, restringiendo los edificios altos y promoviendo la continuidad de las casas bajas. Esto está en consonancia con la resistencia de los vecinos al desarrollo inmobiliario. Además, el barrio cuenta con una cultura comunal y tranquila; los vecinos tienen un gran apego a sus viviendas y a la preservación de estas.

Una de las grandes resistencias al cambio está encarnada en la lucha activa de los vecinos contra las inmobiliarias actuales. Guiadas por intereses económicos y la fluidez del mercado, muchas inmobiliarias buscan alterar la cultura barrial del distrito. Aunque la oferta de propiedades nuevas es limitada, el interés de desarrolladores y compradores ha llevado a un aumento de precios, tanto de las propiedades existentes como de los pocos terrenos disponibles. Hay una demanda constante pero selectiva por este barrio; sin embargo, los vecinos cuentan con una fuerte resistencia a la gentrificación y a la construcción de edificios que cambien la esencia tranquila y tradicional del lugar. “La gente ama su barrio y quiere que mantenga su estructura de barrio, no queremos torres.” dice Susana, una vecina del barrio de toda la vida de 79 años. 

La novedad es un concepto que llega con cierto retraso a Villa Pueyrredón. Mientras que en otros barrios porteños, como Villa Crespo, Villa Devoto o Palermo, aparecen continuamente novedades gastronómicas, comerciales y culturales, en Villa Pueyrredón la última novedad relevante ha sido la apertura de un nuevo supermercado de la cadena Chango Más en la Avenida de los Constituyentes, junto a la vía del tren y un nuevo Farmacity. Dentro de este supermercado se encuentra un patio de comidas rápidas como McDonalds y Mostaza. A partir de esta nueva apertura, Susana destaca el nuevo boom de deliverys. “No hay tantos restaurantes, acá está el delivery a full. Después de la pandemia y con la apertura del Chango más aparecieron las motos de Pedido Ya, Rappi y Globo”. Destaca que no hay muchas novedades gastronómicas ni vida nocturna, de las cadenas más conocidas se puede encontrar un Havana en la calle Artigas, pero como aclara Susana, hay que caminar bastante para llegar allí.  

Definitivamente Villa Pueyrredón es un barrio que se destaca por su tranquilidad y por tener un espíritu pueblerino, elementos que sus habitantes valoran profundamente y se esfuerzan por proteger. Carina, la directora y alumna del colegio principal Damasa Zalaya, dice: “Villa Pueyrredón tiene una identidad muy particular, casi pueblerina, y hay una comunidad muy fuerte”. Es la fuerza de esta comunidad que logra que las presiones del desarrollo inmobiliario y la llegada de nuevas dinámicas comerciales no se lleven por delante el fuerte apego a su estilo de vida y a las características que hacen de este lugar un refugio alejado del bullicio urbano. Aunque la modernidad se asoma tímidamente con nuevos servicios, Villa Pueyrredón continúa siendo un espacio que atesora su identidad, recordando que lo más valioso no siempre es la novedad, sino la conexión con el entorno y con sus tradiciones.

bottom of page